lunes, 28 de septiembre de 2009

Conjuro para los más pequeños


Este es un texto que encontre entre tantas fotocopias acerca de la experiencia de enseñar; lo trascribi pues allí encontre la particularidad que enfrenta una profesora frente a su clase y como el medio lo trasforma para brindar hermosura,considero que tiene mucha relación con la lectura " Concepción estética del arte y la literartura en José Marti" de Florinda Alzaga (1983)

Aqui les presento a Irene Vasco


Abracadabra, patas de cabra
que este niño lindo se convierta en...
...En lo que yo quiera...
...O... en lo que él quiera.


Con este conjuro, y con muchas otras palabras mágicas, he aprendido a hechizar a los más pequeños. Sí, a los bebés de uno a dos años. Esos chiquiticos que todavía no saben decir palabras, que tampoco van al baño, que casi no saben ni caminar. Esos son mis alumnos, los que llegan a mi clase dos veces a la semana.
Al principio eran encuentros muy difíciles. No era miedo lo que sentía cada vez que llegaban mis alumnitos: era terror. No sabía qué decir, qué hacer, qué enseñar. Es que eso de hablar y no tener palabras de respuesta, me parecía imposible de manejar. Yo hablaba y ellos hacían ruidos. Ahora sé que eran palabras. Palabras en idioma bebé.
Eso fue lo primero que aprendí: a entender el idioma bebé. ¡Es muy fácil si se escucha con atención! Una mirada angustiada, un grito que destroza los oídos, una sonrisa, una carcajada... una patada. A veces uno se confunde, pero los bebés se encargan de repetir su mensaje hasta que uno lo ha entendido perfectamente.
Lo segundo que aprendí fue a hablar más claro todavía, pero en idioma de grande. Nada de medias palabras, de balbuceos, de lloriqueos. Ese idioma no lo entienden los bebés. Ellos sólo lo hablan. Soy yo la que tengo la palabra : hablo, recito, cuento, canto... La palabra fluye permanentemente. Casi se podría decir que la clase es de palabras, pero no : no es clase de palabras. Eso sería infinitamente aburrido. Es clase de cocina. Es decir, clase de magia, de música, de pintura, de poesía, de cuento, de ciencias... en fin, de la vida.



Una cuchara para Alejandra.
Una cuchara para Enrique.
Una cuchara para Sofía.
Una cuchara para Daniela.
Una cuchara para Nicolás.


Y en la repartición de cucharas, de platos, de servilletas o de cualquier cosa, está contenido un ritmo, una melodía, que se repite a medida que cada niño, con su nombre propio, con su identidad, va preparándose para la receta del día.


Y el ritual mágico se inicia...
Más leche, más leche,
más leche en el pastel.


Nos apropiamos de los versos de Sendak para amasar el azúcar y la mantequilla. Los dedos comienzan a frecuentar la lengua, el delantal, la masa del compañero. El sabor, el oEl sabor, el olor, la textura, el color, todo cambia rápidamente. Pero el ritmo, la cadencia, la melodía se mantienen.
Batimos, batimos.

Entre las manos de mis bebés aparecen bolitas, rueditas, lombrices, caracoles. ¿Es magia o no es magia? Una barra de mantequilla, que ahora sabe a dulce, y que además se transforma en culebra... ¿no es increíble?
Alejandra, ¿qué es eso?
Nicolás, ¿me das un poquito?
Sofía, ¿hiciste una ruedita?
Enrique, ¿vas a hacer un dinosaurio?
Daniela, ¿quieres más mantequilla?
No importa si me contestan o no. Pero sí importa que a todos les hable, que a todos y a cada uno, por separado, y con nombre propio, los incluya en mi inventario. Nicolás no perdonaría que hablara sólo con Daniela. Sofía se molestaría si me equivoco de nombre. Enrique me llenaría de masa si no le hablo a él, si no me dirijo directamente a él, con su nombre completo y sin equivocarme. Las palabras están presentes y acompañan el juego, la magia y el afecto.
Ya las tortugas, las gallinas y los leones están listos en la bandeja. ¿Falta algo? Claro, falta lo más importante: las pepitas de colores, las pepitas mágicas que llegan más rápidamente a las bocas que a las galletas.


Lluvia de estrellas,
polvo de mar,
vientos polares,
aurora boreal.


Y con este conjuro, las pepitas de colores, sin ninguna duda, se convierten en pepitas mágicas. Palabras extrañas, palabras que los niños no entienden, palabras que guardan el poder de convertir lo cotidiano en maravilloso.


Más leche, más leche,
más leche en el pastel.
Batimos, batimos,
y al horno con él.
Y de uno en uno, sin que se me olvide nadie, levanto a todos mis niños para que repitamos el conjuro, allá arriba, frente a la ventana del horno.


Y después bailamos. Damos vueltas alrededor de la mesa, repitiendo nuestra canción, marcando el ritmo con manos y pies, mientras las galletas comienzan a crecer. Pero diez, quince minutos de horno, es demasiado tiempo para esperar. El milagro parece haber desaparecido detrás de la puerta cerrada. A los diez y ocho meses, ¿qué paciencia se puede tener? El horno se tragó las galletas y es posible que no las devuelva nunca.
Es entonces el momento de contar un cuento. Puede ser el cuento de Ricitos de oro que probaba la sopa de los tres ositos. Puede ser el cuento de la Gallinita Colorada que sembraba, cosechaba, molía, amasaba y horneaba ella sola los granos de trigo. Puede ser el cuento de... cualquier cuento, siempre y cuando se cuente en el lugar apropiado y comience con las palabras apropiadas.


Érase una vez,
hace mucho, mucho tiempo,
en un país muy lejano...


Enrique y Alejandra escuchan con atención. Sofía y Nicolás tratan de quitarme el libro. Daniela se instala en su sitio favorito: mis piernas. Los demás saben que ese es puesto fijo y no piensan siquiera en peleárselo.
La historia avanza, y avanza también el olor de las galletas que ya casi están listas y que no podemos dejar quemar. Es la hora de sacar del bolsillo las palabras rituales para franquear nuevamente la puerta que divide lo fantástico de lo real y poder cerrar el libro con la tranquilidad del ciclo completo.


Y colorín, colorado,
el cuento de la Gallinita Colorada
se ha terminado
y yo no sé si les habrá gustado...


Y es Enrique el primero que corre a ver si ya se puede comer las galletas. Porque La Hora del Cuento, que no es más que Los Cinco Minutos del Cuento ya cumplió su función. Como también la hora de repartir, de cocinar, de transformar, de cantar, de bailar, de esperar, de oír, de intervenir, de hacerse sentir. Es decir, la clase terminó y tenemos que esperar a que llegue mamá. Esa espera, que es eterna después de tanto trabajo, se disuelve rápido cuando dos, tres, y hasta cinco de mis bebés terminan sentados en mis piernas y nos mecemos al ritmo de un nuevo conjuro.


Aserrín, aserrán,
los maderos de San Juan
piden pan,
no les dan,
piden queso,
les dan hueso.


A veces jugamos despacio. De repente aceleramos el ritmo. Los versos se repiten en voz baja. Después, es casi a gritos.
Nicolás se baja. Sofía pide más. Volvemos a comenzar y llega la mamá de Daniela.


Adiós, taleguito de arroz.
Se va Daniela y queda un cupo en mis piernas para seguir jugando.
Upa, caballito,
vamos a Belén, a ver la a...
Y no alcanzamos a llegar hasta la virgen, porque aparece la mamá de Sofía, y después la de Enrique y después la de Alejandra, y después la de Nicolás.
Chao, "candao".


Hasta luego, Enrique, mi arequipe.
Un besito, Aleja, mi coneja.
¿A quién quiero más? Pues a Nicolás.
Otra vez, de uno en uno, con un verso, con unas palabras que marcan el carácter de cada uno como individuos, como seres especiales y únicos, me despido de mis alumnitos y cierro un capítulo más de conjuros mágicos.


–¿Y qué tiene todo esto que ver con los libros, con la promoción de la lectura ? –se preguntarán ustedes. Puede tiene todo que ver.


Dice Pierre Gamarra en su texto El libro y el niño:
Conocemos hoy –y cada vez mejor– la importancia de las primeras adquisiciones. Los pedagogos, los psicopedagogos y los médicos nos lo dicen. Lo que el niño adquiere en los primeros años de su vida cuenta tanto como lo que adquirirá en el resto de su existencia. Esas palabras, ideas y sueños que el pequeño descubre en los primeros cuentos que oye, en los primeros poemas que cantan en sus oídos y en sus primeras lecturas, lo acompañarán siempre. Su sensibilidad quedará doblemente enriquecida o herida. Su apertura al mundo se verá favorecida o entorpecida. Su expresión oral se verá alimentada o mutilada. Por eso la literatura para la juventud tiene no sólo importancia cuantitativa, sino también cualitativa. Constituye una parte notable de las primeras adquisiciones. Conviene, pues, mirarla como un momento mayor, examinar sus defectos o sus taras, y también sus poderes.


Y dice, más adelante :
La lectura comienza antes que el aprendizaje sistemático de la misma por muchas razones. No pueden leerse los libros si no se ha comenzado a leer el mundo circundante... Es preciso ante todo que el joven lector tenga un buen dominio del lenguaje y una culturización previa lo más rica posible.
La clase de cocina de mis bebés contiene todo esto, y un poco más. Allí ellos leen que la materia se transforma entre sus manos. Leen también olores, sabores, colores, texturas y formas, mi voz, mis cantos, mis conjuros. Todo esto, condimentado con afecto. Porque éste es tal vez el ingrediente más importante de la clase de cocina. Es a través del profundo respeto y del profundo cariño que siento por cada uno de los bebés, que trato de cumplir los objetivos de las lecciones.


¿Objetivos? ¿Cuáles son los objetivos? Es posible que no se vean claramente. No pretendo enseñar a leer, a escribir, a reconocer colores, a pintar, a saltar o a recortar. Si me preguntan sobre la edad para que mis bebés desempeñen tal o cual destreza, tendré que confesar que no lo sé, sencillamente porque no me interesa.
Lo que busco, lo que me interesa, es que los niños que llegan a mi clase aprendan mucho sobre la vida, sobre el afecto, sobre la seguridad, sobre la confianza... Es sobre esas relaciones y vínculos afectivos sólidos, sobre las palabras dichas, repetidas, cantadas, bailadas, y vueltas a decir, sobre la multiplicidad de experiencias agradables, que los niños construirán la lectura del universo que los rodea. Y cuanto más rico sea este universo circundante que mis bebés leen, tanto mejor estarán preparados para la lectura de los libros en el momento apropiado.


Un día, todos mis bebés lloran... Otro día, todos se ríen... A veces hay montones de niños... A veces no llega ninguno. La clase, cuidadosamente preparada, es susceptible de convertirse en una fiesta en donde todo funciona a las mil maravillas, o en un desastre total. No falta quien crea que mi clase es improvisada y un poco loca. Es posible que así sea. Y es necesario que así sea. Mi trabajo es con bebés, por lo tanto no puedo medir con exactitud absolutamente nada: están de por medio los afectos, las emociones, los sentimientos. Estos niños no tienen que gatear al mismo ritmo, ni hablar con claridad el mismo día, ni reconocer el triángulo amarillo el mismo mes.
En cambio concentro todos mis esfuerzos en lograr que estos niños se sientan seguros, confiados, fuertes y autónomos. Conceptos matemáticos, aptitudes psicomotoras, técnicas de lectoescritura, todo esto llegará a su debido tiempo.


Por lo pronto, a mis alumnitos que no pasan de los dos años, les seguiré enseñando a preparar gelatinas, pasteles y galletitas, mientras probamos, regamos, nos ensuciamos, nos equivocamos, compartimos, cantamos e invocamos nuestros conjuros mágicos, con la seguridad de que esta clase de cocina –que se parece tanto a la vida– los está preparando para aprender, y aprehender el mundo de la lectura, en el momento justo y a su justa medida.


© Irene Vasco
Ponencia presentada en el Tercer Coloquio Internacional del Libro Infantil y la Promoción de Lectura, efectuado en Caracas, Venezuela, en 1994.
Publicado en:
Sastrías, Martha (comp.). Caminos a la lectura. México D.F. :Editorial Pax México, 1995, pp.119-128.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Sexta semana



Bienvenidos todos a la Sexta semana de publicaciones de los Tejedores de Textos. Esta semana el tema girará en torno a la relación entre la ética y la estética desde Martí.


Esperamos contar con su participación.
Imagen tomada de: http://cjaronu.files.wordpress.com/2009/08/jose-marti.jpg

Actividad 2. Experiencias lectoras

Experiencia lectora: Para ello puedo remontarme a lo que se llama la infancia, podría decir que hace unos 23 años, o tal vez un poco más he tenido contacto con la lectura, pues aunque era demasiado pequeña, en el entorno familiar, ha sido una excelente costumbre adquirida también desde la juventud; para mantener el práctica de lectura, ha sido preciso ser persistentes, pues si no se realiza contantemente es difícil mantener la rutina.
En los primeros años de vida era gratificante escuchar leer en voz alta a mis padres, pues aunque yo no podía hacerlo, era como si me transportaran al mundo al que ellos estaban analizando, y esa experiencia de viajar de un mundo a otro siempre me producía paz. Me era interesante escuchar el título de cada lectura, pues al leerlo, había una pausa, esperando a que yo imaginara de qué se trataría la lectura, y eso le daba un aire diferente a cada una de ellas.
Ya para los años 90´s aprendía a leer, y me era sumamente emocionante no solo interpretar la lectura de los demás, sino poder comprender por mí misma lo que estaba leyendo por mis propios medios. Tanto en el colegio como en casa se me animaba constantemente a no abandonar este hábito, recuerdo con agrado que cada que culminaba la lectura de un libro y además de comentarlo, en casa había un regalo como premio, y eso me animaba mucho más para aumentar mi ritmo y no abandonarlo.
Entrando a cursar la secundaria, era requisito leer 2 libros por año, pero a la hora de hacerlo, solo se trataba de leer por leer, sino más bien, había que meditar lo leído, y mirar cuál era la profundidad del libro, a donde nos invitaba seguir, y dependiendo de las diferentes sensaciones, se debía realizar escritos emotivos por cada estudiante, cosa que a mí me agradaba muchísimo ya que siento que puedo expresarme de mejor forma al escribir, y esto me producía satisfacción.
Pasando a épocas más recientes, puedo percibir como la lectura me ha hecho ser más crítica y racional con cada acto de la vida, al mismo tiempo, me ha permitido a oportunidad de mejorar en el sentido escritor, pues después de todo como lo mencionaba anteriormente cada lectura trae una sensación, una emoción, y ello me permite escribir, y relatar cada sentimiento que tengo, por ello puedo afirmar que la experiencia de leer es gratificante puesto que no solo deja vivir en diferentes mundos, o soñar con cada personaje, sino que transforma cada manera de pensar, de vivir y de actuar.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Actividad 5: La lectura como experiencia


Jorge Larrosa nos propone entender la lectura como una experiencia que toque los sentidos, que mueva las emociones y transforme nuestro entorno, frente a ello me permito hoy mostrarle algo de nuestro trabajo en el Instituto Académico La Paz



Este proyecto es orientado desde el área de matemáticas, se buscaba que los estudiantes tuvieran una experiencia en un Centro Comercial y poder comprender el intercambio monetario existente en el ambito comercial. Sin embargo como en todo proyecto institucional la trasversalidad hace parte de la educación por ello había un espacio para la lectura.


J. Larrosa "en la formación como en la lectura lo importante no es el texto sino la relación con el texto"

En este espacio llamado el "Rincón de los oficios" los niños y niñas se enfrentaban a la lectura de una forma diferente, se buscaba que a través del juego tuvieran una relación que fuera más allá del acto de leer permitiéndole salir del imaginario de las aulas.


J. Larrosa " La imaginación, por tanto, esta ligada a la capacidad productiva del lenguaje" " la imaginación, como lenguaje, produce realidad, la incrementa y la trasforma"

Realizada una lectura, los niños y niñas tenían una oferta de oficios entre ellos caricaturista, pintor, escritor de poemas o sencillamente creador de tarjetas, se tenia en cuenta como punto de partida la lectura para promover la imaginación y trasformar lo leído en una realidad . El motor de la actividad era obtener dinero didáctico que podrían utilizar en los demás espacios del centro comercial. ¡Todo era un juego de roles!





J. Larrosa " Para que la lectura se resuelva en formación es necesario que haya una relación intima entre el texto y la subjetividad"

Entendiendo la lectura como un proceso subjetivo se vehícula al niño y a la niña a comprender su realidad a partir de su concepción del mundo. Nada era obligatorio, sencillamente se daba rienda suelta para que expresaran sus pensamientos, sentimientos y expectativas frente a su relación con el leer.


Citas tomadas de Larrosa, Jorge (1996) La experiencia de la lectura. Barcelona, Ed. Laertes

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Actividad 1: Texto opinativo


Jorge Larrosa propone o recoge tres metáforas fundamentales para explicar la lectura. La primera hace referencia a la lectura como droga o sustancia que entra en el alma y la puede con-formar, trans-formar o de-formar, para esto retoma los planteamientos de Platón. La segunda es la lectura como viaje, que puede ser entendido como un viaje imaginativo, exterior o interior, en el sentido que permea lo íntimo del hombre. Finalmente, la tercera metáfora hace referencia a la lectura como la traducción entendida como la trasplantar de una lengua a otra un sentido.
Con lo que respecta a la primera de las afirmaciones que dice “Consumir droga es falta de imaginación” se relaciona con la primera de las metáforas. Si se consume la lectura como droga opino que en lo más mínimo es produce falta de imaginación, siguiendo a Larrosa, puede llegar a ser perjudicial para el alma, pero nunca para la imaginación, todo lo contrario, la alimenta más y más, tanto que la puede llevar a la creación o a la destrucción (de manera negativa). Además, si bien es cierto que la sociedad actual nos remite a abrirnos a otros senderos, ser tolerantes con ciertos comportamientos que son el resultado de distintos movimientos culturales, en mi criterio consumir droga (entendida como sustancias psicoactivas) si es una falta de imaginación absoluta porque es un medio de evasión, aunque hay casos excepcionales, en los cuales puede ser curativa.
Por otra parte, la frase de Franz Kafka en su carta a su amigo Oskar Pollak (1904) que dice “Un libro puede ser el hacha que quiebre el mar helado dentro de nosotros” es verdad. Si se mira a la luz de la metáfora de viaje de Larrosa y de su noción de experiencia, así deben ser los libros. Viaje en tanto la lectura nos lleva a explorar lo íntimo, lo más personal, lo que sólo cada uno es capaz de conocer sin intermediarios, bien sea cuando nos sentimos identificados con los personajes, cuando nos quedamos pensando en una frase, cuando sentimos que un personaje actúa de manera aberrante o exquisita, etc. Y por otra parte, en tanto experiencia ya que la obra nos atraviesa, nos hace sentirla y nos transforma, no pasa simplemente frente a nuestros ojos, sino que se queda en el alma, en el espíritu, en cada subjetividad.
Al final, creo que todo exceso es malo, pero el de la lectura no, a menos que sea utilizado para hacer daño como golpear a otro con un libro. Lo importante es saber tomar lo que más cerca sentimos de cada lectura, con eso que nos hizo mover todo. Que la lectura sea droga o viaje, no importa, pero que nos toque.

Bibliografía:
Larrosa, J. (1996). “La experiencia de la lectura”. Capítulo I: “Literatura, experiencia y formación”. Barcelona: Laertes.

Actividad 4: Mapa conceptual
















martes, 15 de septiembre de 2009

Algo distinto

En el marco del VII Festival de Teatro Callejero (agosto 27 al 30 de 2009) realizado en el Parque Nacional de Bogotá, les queremos compartir este corto video de la obra "Contratiempo" del grupo Los Acrósticos de Francia.
Esperamos que lo disfruten.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Quinta semana


Bienvenidos a los lectores de ésta página, a la quinta semana. En ésta semana las actividades tratarán los planteamientos de Jorge Larrosa en su texto "Literatura, experiencia y formación". Esperamos que comenten los temas que serán escritos aquí, porque son actuales y tocan directamente a la lectura en la formación.
Los saludan los Tejedores de textos.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Hablando de los derechos del lector...

1. Derecho a leer mi entorno


Siempre se ha concebido la lectura como un ejercicio en relación con las letras o por lo menos ese es el imaginario que se quedo incrustado en nuestras mentes. Pues ahora esté derecho te otorga la libertad de poder leer un gesto, un dibujo, una señal incluso a otra persona.


2.Derecho a que no me prohiban leer

Si el mundo esta lleno de información ¿porqué? me prohiben leerla. Acaso se considera solo lector al que lee las obras magnas de literatura. Este derecho te otorga la libertad de leer lo prohibido.



3. Derecho a sentir un libro


Si cuando tengo un juguete me dejan arrastrarlo, pisarlo, porque no puedo rayar mi libro, doblar sus hojas para marcar donde voy y escribir en sus bordes. Solo quiero decir con ello dejenme sentir.

4. Derecho a que me lean en voz alta

Si mi primer contacto con el lenguaje se baso en la oralidad ¿porqué? ahora me niegan la oportunidad, de escucharlo mientras leen. Reclamo mi derecho a volver a escuchar la sonoridad de sus voces.


viernes, 11 de septiembre de 2009

Actividad 3: Derechos del lector


1. Leer para crear: Que la lectura sirva de fuente de inspiración para la escritura, el dibujo y hasta la actuación.
2. Derecho a criticar: En la lectura es bueno tener un pensamiento crítico, que cuestione al autor, dialogue con él, le haga preguntas para salir del texto e incorporarlo a la vida.
3. Derecho a leer el mundo: Los textos no están únicamente en los libros, porque el mundo también puede ser leído. En el mundo también hay palabras, mensajes, historias, sonidos que pueden ser interpretados como un libro viviente, recuerden, no hay nada más rico que la vida.
4. Derecho a leer para viajar con la imaginación: La lectura posibilita el acceso al conocimiento de lugares y tiempos históricos o imaginarios. Leer libera la imaginación.
5. Derecho a jugar con la lectura: La lectura, al permitir imaginar, permite salirse del libro y llevarlo a la vida. Leer es seguir el juego que un autor propone, para entrar al gran juego de la literatura.
6. Derecho a leer para escuchar al otro: La lectura lleva al encuentro con otras voces, las voces de los personajes o del autor. También podemos escuchar a la persona que tengamos cerca, si escuchamos la narración de un cuento o la declamación de un poema. Así escuchamos las palabras de otra persona, entramos a los movimientos que su voz produce.
7. Derecho a compartir las lecturas: Si un libro nos gusta, el mismo libro nos puede invitar a transmitir las impresiones que nos dejó a los demás, a reunirnos con otros lectores y conversar sobre el libro, enriquecer y comprender la lectura.
8. Derecho a continuar el libro: En nuestra mente las historias y los poemas continúan, viven en nosotros, son parte de nuestro mundo, los escritores, los personajes y los poemas serán nuestra compañía invisible.
9. Leer a la hora, en la pose y en el lugar que queramos: No importa la hora, si es de día o de noche, sólo necesitamos luz y el libro que querramos tener en las manos, que el tiempo no sea un impedimento para leer. Que nuestro cuerpo esté en la pose que desee y que el lugar no importe.
10. Derecho leer sólo las imágenes: Muchas libros no tienen imágenes, pero los que sí las tienen se deben aprovechar, a veces, sin importar nuestra edad quedamos fascinados con las imágenes. Es cuestión de sentir las hojas impresas debajo de nuestros dedos, allí comienza el amor...

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Actividad 1: Texto descriptivo

Un joven alto, de cabello claro, con su mirada profunda; en ella se puede notar el sentimiento que causa la lectura de un pequeño y frágil libro, al parecer vive su historia, se sumerge en ese mundo cierto o talvez incierto de letras, palabras, mensajes; no desprende su vista de cada hoja, y con ellas asume una vivencia que lo conmueve y trastorna, lo afecta y consume, pues más allá de las letras hay un sentimiento de locura, de amor sin correspondencia, un poco desmedido, celoso, sin razón de ser; en esta lectura, un pintor queda agradecido a una mujer que se interesa en su cuadro y hasta en su más ínfimo pero delicado detalle, después de muchos ires y venires se enamora de ella y la historia no tiene un final muy alentador, pero la textura del libro, su sencillez para comprenderlo, introducen al flamante joven en su repertorio, tanto que no percibe lo que sucede a su alrededor, pues se concentra en cada palabra, cada acción, pero además de todo, ¿Quién no permitiría dejar volar su mente en un texto de esta magnitud, mucho más al encontrarse en un ambiente lleno de paz, colores cálidos, confortable? Sí, un lugar que no solo está ocupando una parte del mundo, sino que en él existen diversos mundos, planetas y universos que son posibles gracias a su gran cantidad de contenidos, contenidos que llegan y llenan el alma de poder y sabiduría, de imaginación y seguridad.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Nueva semana


¡¡¡Un saludo a los visitantes!!! Nos alegra que nos lean y den su opinión. En ésta semana las actividades girarán en torno a los derechos del lector propuestos por Daniel Pennac. Esperamos que disfruten la lectura de las actividades como nosotros disfrutamos haciéndolas.

Imagen tomada de: http://manologo.files.wordpress.com/2009/01/libros_01.jpg

viernes, 4 de septiembre de 2009

Proyecto: Juguemos en el bosque de palabras



Juan Manuel Tovar Benavides
María Cristina Celis Giraldo

Planeación del proyecto de lectura y/o escritura

1. Selección y justificación de la población.
La población elegida es el grado Segundo del Colegio María Auxiliadora de Chía. Éste es un colegio femenino. Escogimos ésta población porque es la que estuvo disponible para realizar el proyecto, además es un buen curso para ver los intereses por la lectura y la escritura ya que están terminando de aprender y afinar dichas habilidades.

2. Selección y justificación del tipo de proyecto.
El proyecto va a introducir a las estudiantes al conocimiento de los géneros literarios, leyéndolos y escribiéndolos. El nombre del proyecto es Juguemos en el bosque de palabras. El propósito principal es no juzgar los escritos de las estudiantes sino resaltar la apropiación de los géneros a través del juego. La justificación del proyecto es presentar a la literatura desde sus géneros, un camino para conocerla y tener herramientas para explorarla.

3. Elaboración del cronograma del proyecto desde las preguntas fundamentales que se plantea Gloria Rincón

a. ¿Qué se va a hacer o aprender (tema)?
Se va a aprender sobre los géneros literarios: lírico, narrativo y dramático.

b. ¿Sobre ese tema qué va a leer o escribir (referencia a los libros, bibliografía y/o a los tipos de textos que se van a producir)?
Se van a leer ejemplos de los géneros literarios, (lírico, narrativo y dramático) y se desarrollarán actividades de escritura en los que las estudiantes se apropiarán de los géneros, los conocerán más y los escribirán.

c. ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?
Se van a leer ejemplo de los géneros literarios porque son una introducción al tema y se van a escribir para aprovechar la imaginación de las estudiantes. Se van a desarrollar mediante actividades que implican la lectura atenta de los textos y su disfrute, mostrando las ventajas de leer y escribir. Las actividades se van a desarrollar en unas fechas determinadas en el curso que será concretado más adelante, ya que la institución nos cedió tres sesiones para la realización de las actividades.

d. ¿Con quienes (invitados, colaboradores) o con qué (recursos)?
Se hará con la colaboración de la profesora titular del curso, Martha Correa, y con material de actividades de acuerdo a cada sesión.

e. ¿Cómo se va a evaluar el proyecto?
El proyecto se va a evaluar preguntando a las estudiantes sobre sus experiencias, lo que sintieron y lo que aprendieron al finalizar cada encuentro.
El cronograma lo definiremos esta semana en conjunto con la profesora del grado Segundo y con el aval de la rectora Sor Floralba Beltrán.

4. Bibliografía que se requiere tanto de lectura como de escritura y otros.

• Cuervo, Clara (2008). Leer y escribir como experiencias corporales. Bogotá (sin lugar de publicación).
• Da Coll, Ivar (2005). Chigüiro en chiva. Bogotá, Babel.
• Hernández, Juan P. y Jaramillo, Tatiana (2000). Seres de los reinos olvidados. Medellín, Universidad de Antioquia.
• Mantilla, Lizette (2008). Animando a leer: Técnicas para animar la lectura. Bogotá, Ed. Magisterio.
• Pikouch, Natalia (compiladora) (2004). Poesía para niños. Medellín, Universidad de Antioquia.
• Vélez, Rubén. (2005). La abuela huele a lobo. Medellín, Universidad de Antioquia.

jueves, 3 de septiembre de 2009

"Biblioteca abierta"


"Un medio para encontrarle sentido a los libros" por Miller Fernando Pinto Cárdenas


“Dentro de cien años no importará el tipo de coche que condujiste, el tipo de casa donde viviste, la cantidad de dinero que tuviste en tu cuenta bancaria, ni la calidad de ropa que usaste. Pero el mundo tal vez sea un poco mejor porque fuiste importante en la vida de un niño

Mariano Gonzales

Justificacion

La educación es la base para el equilibrio, la armonía y la evolución del ser humano dentro del seno familiar y de la sociedad en general. Se trata pues de aprender a vivir, de sentir a partir de lo aprendido y así desarrollar habilidades que nos permitan contagiarnos de nuevas experiencia. Frente a ello la escuela es el crisol donde se funden los significados; de ahí el baluarte que representa para los niños enfrentarse a otros modos de construir conocimientos a través del lenguaje.

Tanto el acto leer como el de escribir nos llevan a un mayor desarrollo de las destrezas comunicativas; sin embargo para la competencia de esta propuesta nuestro interés se centra en fomentar la lectura no como un ejercicio literal , donde los sentidos pasan desapercibidos sino en la comprensión de su entorno a partir de los impulsos como quid para construir otros imaginarios, desarrollar las capacidades lingüísticas y fortalecer los lazos cognitivos con el entorno en el cual el niño se desenvuelve.

Ruta de trabajo

La propuesta para el fomento de la lectura y la escritura posee dos fases la primera orientada al acercamiento del niño y la niña a la resignificación de la lectura y el concepto de libro. La segunda que para efectos de esta propuesta no se desarrollara se basa en pasar del imaginario de lector a escritor como un medio para expresar los sentidos.

En la fase inicial se pretende proponer un espacio donde los niños y niñas semanalmente se enfrente a la lectura como medio de reconocimiento de su entorno, mediante el concepto de biblioteca abierta. El primer acercamiento a la lectura se debe realizar partiendo del ejemplo del docente quien asume una posición de relator de historias cortas, asimismo brindarles la oportunidad de experimentar otras formas de leer , a través del sonido, el juego y la lúdica; teniendo como finalidad abrir el horizonte de las letras como una práctica cotidiana y divertida con la cual se puede comunicar con otros; el segundo espacio pretende despertar el interés por un tipo de lectura de acuerdo a sus afectos, enfrentándolos a explorar libremente entre los libros bajo el concepto “lee de la biblioteca”; con la finalidad de cartografiar sus experiencias con las letras y así recoger datos que vehiculen el génesis del tercer espacio donde se pretende acercarlos al género literario y así desarrollar un habito que se impregne no por la obligatoriedad, sino por una necesidad de hallar otros imaginarios a partir de la lectura.