1. El lector se debe sacudir, sí sacudir. Se debe sacudir la timidez, la pena, el sonrojo, la voz baja y el habla llana.
2. El lector debe buscar en el armario de su cuerpo las cajitas con distintas voces para ponerlas a actuar y una sonrisa bien grande y sincera que sea contagiosa. También debe buscar las máscaras de sus gestos antes de comenzar y dejarlas listas para usar.
3. El lector debe saltar tres veces para terminarse de quitar los vestigios de lo que antes sacudió.
4. Que el lector saque la lengua y se mire a un espejo, no es obligatorio este paso, pero es divertido. Mira que hasta Einstein alguna vez lo hizo.
5. Cantar "la la la la la" te ayudará a entonar.
Ahora toma el cuento y lee con atención el siguiente instructivo en donde el protagonista será el libro, porque una vez hayas hecho estas actividades te sentirás relajado y las palabras que lea tu boca saldrán con libertad.
Puedes compartir estos ejercicios con tus escuchas ya que a más de uno le robarán una sonrisa. Además, sirven para abrir mejor los oídos y captar la atención de todos.
Imagen tomada de: http://media.photobucket.com/image/sacar%20la%20lengua/elchepitoblog/einstein-lengua.jpg
jueves, 15 de octubre de 2009
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Con todos estoy de acuerdo, me gusta lo de la sonrisa y la alegría.... somos interpretes de los textos a través de nuestra palabra oral, su tono, su calidez, somos actores de lo escrito desde la oralidad. Además agregaría:
ResponderEliminarCrear el ambiente, a especie de rito, para leer en voz alta
Preparar al público desde lo emocional.
De acuerdo, hemos olvidado que la lectura es un rito y más que la lectura la narración de historias, ya que congrega a las personas y crea comunidad.
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